domingo, 3 de abril de 2016

Refugiados: La invasión silenciosa. REFUGIADOS NO BIENVENIDOS

En la actual situación de emergencia bélica que vive Europa, España es uno de los países más amenazados, por lo cual debería reflexionar sobre la conveniencia de acoger con los brazos abiertos a los refugiados islámicos.

Europa quiere introducir a casi 15.000 refugiados sirios en nuestro país con alfombras rojas, arrojándoles flores, carteles de bienvenida con declaraciones de amor solidario, sabiendo a ciencia cierta que entre estos refugiados se infiltrarán un cierto número de yihadistas. 

Pero antes de entrar en materia, empecemos analizando resumidamente los derechos de los refugiados:

 La Red Ariadna, un plan integral de acciones para atender las necesidades de los solicitantes de protección internacional, explica cuáles son los derechos específicos de aquellos refugiados que llegan a España. 

¿Qué derechos tienen los refugiados que va acoger España?

Los refugiados tienen derecho a asistencia que garantice la cobertura de sus necesidades básicas. Para ello España dispone de una red de centros de acogida distribuida por todo el territorio nacional en el que las personas tendrán alojamiento, manutención, atención social, asistencia médica gratuita, atención psicológica e información sobre formación, así como orientación en la búsqueda de trabajo y derecho a la escolarización para los niños.


 Durante los seis primeros meses, tienen derecho a recibir formación en el idioma (en caso de no conocerlo), así como a participar en cursos destinados a mejorar sus posibilidades de acceso al mercado laboral. Se puede apuntar a los Servicios Públicos de Empleo y pedir la homologación de sus estudios. Posteriormente, y una vez pasan estos seis meses la persona tiene autorización para trabajar. En la búsqueda de empleo tiene el derecho de contar con apoyo y orientación de entidades sociales y Centros de acogida.
Los refugiados tienen derecho a la educación pública en los mismos términos que los ciudadanos del país. En el caso de la enseñanza no elemental, tienen los mismos derechos que los extranjeros en general y por si fuera poco pueden elegir el lugar de residencia dentro del territorio del país, así como viajar libremente por él.

Pero no acaba ahí la cosa, los refugiados legales no pueden ser expulsados bajo ningún concepto "a no ser por razones de seguridad nacional o de orden público” y en caso de que entren ilegalmente, los Estados no les pueden imponer sanciones penales.

Con lo cual, y hablando claro, toda persona que reciba el estatus de refugiado en el país de acogida tiene los mismos derechos que un ciudadano de dicho país.

Ahora bien, los medios de comunicación suelen vender la imagen de que los refugiados son familias que tratan de huir de la guerra, y presentan algunas fotos de mujeres y niños para sensibilizar a la opinión pública, pero la realidad es muy distinta. En el desembarco y en los pasos fronterizos los 'refugiados' colocan en primera fila de sus grupos a los pocos niños y mujeres que les acompañan, posiblemente aconsejados por las ONG´s, para que los periodistas puedan sacarlos en un primer plano en los medios de comunicación.

Pero esas mujeres y niños son sólo una pequeña minoría utilizada para dar una falsa imagen, no es representativa del conjunto. Detrás de esas pocas mujeres y niños que suelen encabezar a la multitud, hay cientos y cientos de varones sanos. Y la mayoría ni siquiera son sirios. No se trata de familias con sus ancianos, ni de indefensos, tampoco son matrimonios con sus hijos huyendo de una guerra, que son los primeros a quienes hay que poner a salvo. Son hombres jóvenes de entre 18 y 40 años en su mayoría, que recibirán sus correspondientes ayudas económicas como 'asilados'.

Después de situarnos con el tema, no podemos olvidarnos de lo que les supuso a los alemanes el acoger refugiados de forma descontrolada y totalmente desmedida, solo tenemos que echar la vista atrás y recordar lo sucedido la pasada Nochevieja en la ciudad alemana de Colonia y hasta en 20 ciudades más, donde cientos de mujeres habían  sido agredidas sexualmente por `refugiados´ sirios, afganos e iraquíes que entraron en la última oleada desde Hungría hace unos meses. La mayoría estaban en posesión de su visado de refugiado o en vías administrativas para su tramitación.

Tampoco de los atentados realizados por radicales islamistas que siguen en aumento en una Europa adormecida que lucha contra terroristas únicamente con velas y lágrimas, una Europa que todavía no se ha dado cuenta de que nos han declarado la guerra y que mientras no pongamos medidas contundentes, seguiremos  sumando víctimas inocentes.

Al tema de los refugiados hay que sumarle la entrada masiva de inmigración legal e ilegal que se llevan produciendo desde hace bastantes años en los países europeos, siempre permitida y totalmente respaldada por políticas pro inmigración y a favor del multiculturalismo que pretenden únicamente acabar con nuestra identidad y tradiciones imponiéndonos unas totalmente ajenas a las nuestras.

Nuestras maravillosas autoridades políticas continúan permitiendo el avance islamista en pueblos y ciudades españolas como única opción para apaciguar a los seguidores de esta religión, una creencia que amenaza con conquistar gran parte del mundo, incluida España y en donde el número de musulmanes ha crecido hasta situarse en el 4% de la población total

Tras analizar todo esto la conclusión a la que llegamos desde ACCIÓN SOCIAL ASTURIAS es que la única solución que hay en los países europeos es cambiar el modelo multicultural, por uno que controle duramente nuestras fronteras, donde no recibamos más inmigración que la necesaria y que ésta este obligada a adaptarse a nuestras costumbres y no al revés. España debe cerrar las fronteras de urgencia y comenzar con una repatriación masiva de musulmanes comenzando con los más radicales y los no asimilables. Nuestro país además debe respaldar militarmente al gobierno de Al Assad (Siria), a los cristianos de todo Oriente Medio y grupos anti-Islamistas que luchan día tras día para pacificar la zona y no como están ahora haciendo los traidores Gobiernos Europeos siervos de USA y de Israel. 

No basta solo con lo comentado anteriormente sino que también es necesario promover un cambio  de conciencia en nuestra sociedad, donde se busque recuperar el orgullo y valores ancestrales que nos dejaron nuestros antepasados y modificar a su vez la forma de pensar, dejando de creer las mentiras de este sistema fallido.


¡REFUGIADOS NO BIENVENIDOS! 
En primer lugar, y antes de entrar en materia, vamos a definir lo que es un refugiado y todo lo que conlleva ser un refugiado para poder empezar a entender el problema desde su origen.

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En primer lugar, y antes de entrar en materia, vamos a definir lo que es un refugiado y todo lo que conlleva ser un refugiado para poder empezar a entender el problema desde su origen.

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En primer lugar, y antes de entrar en materia, vamos a definir lo que es un refugiado y todo lo que conlleva ser un refugiado para poder empezar a entender el problema desde su origen. ¿Qué es un refugiado? De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él" ¿Qué derechos tiene un refugiado? Un refugiado tiene derecho de asilo en condiciones de seguridad. Sin embargo, la protección internacional incluye algo más que la propia seguridad física. Los refugiados deberían recibir al menos una ayuda básica y los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Así, los refugiados tienen derechos civiles, incluyendo la libertad de pensamiento, de movimiento, y el derecho al respeto como persona. De igual forma, los derechos económicos y sociales se aplican a los refugiados al igual que a otros individuos: derecho a asistencia médica gratuita, derecho a trabajar para los adultos, y derecho a la escolarización para los niños. Por lo tanto vemos que toda persona que reciba el estatus de refugiado en el país de acogida tiene los mismos derechos que un ciudadano de dicho país y además el derecho de una ayuda básica o subsidio para cubrir sus necesidades, en el caso de lo que estamos hablando ahora mismo el subsidio para los “refugiados sirios” es de unos 400 € además de todos los derechos civiles y sociales como el acceso a una sanidad gratuita, acceso a guarderías, etc., etc.

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En primer lugar, y antes de entrar en materia, vamos a definir lo que es un refugiado y todo lo que conlleva ser un refugiado para poder empezar a entender el problema desde su origen. ¿Qué es un refugiado? De acuerdo con la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores no quiera regresar a él" ¿Qué derechos tiene un refugiado? Un refugiado tiene derecho de asilo en condiciones de seguridad. Sin embargo, la protección internacional incluye algo más que la propia seguridad física. Los refugiados deberían recibir al menos una ayuda básica y los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Así, los refugiados tienen derechos civiles, incluyendo la libertad de pensamiento, de movimiento, y el derecho al respeto como persona. De igual forma, los derechos económicos y sociales se aplican a los refugiados al igual que a otros individuos: derecho a asistencia médica gratuita, derecho a trabajar para los adultos, y derecho a la escolarización para los niños. Por lo tanto vemos que toda persona que reciba el estatus de refugiado en el país de acogida tiene los mismos derechos que un ciudadano de dicho país y además el derecho de una ayuda básica o subsidio para cubrir sus necesidades, en el caso de lo que estamos hablando ahora mismo el subsidio para los “refugiados sirios” es de unos 400 € además de todos los derechos civiles y sociales como el acceso a una sanidad gratuita, acceso a guarderías, etc., etc.

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