La
juventud está llegando a un punto de decadencia, vagancia y dejadez que no
pueden permitirse, cada vez a más temprana edad. Estamos cambiando los valores
de una juventud sana, fuerte y revolucionaria por otra que no ve más allá de
los placeres más superficiales de la vida.
Muchos
de nosotros estamos cansados de ver una juventud totalmente influida por programas
de telebasura como: “Mujeres, hombres y viceversa” o “gran hermano” que dan una
falsa perspectiva de la realidad, estamos cansados de ver cómo nos bombardean
constantemente con propaganda consumista del sistema que nos dice cómo debemos
ser, pensar, actuar y vestir para ser “guay” y cumplir con el prototipo de
juventud que ellos quieren.
No
nos gusta ver a niños de 14 años borrachos en nuestros barrios, jóvenes
inocentes que su único objetivo en la vida es salir de fiesta, drogarse y emborracharse
cada fin de semana para eludir la realidad y tener las
máximas relaciones sexuales posibles como si fuesen perros en celo. No nos
gusta la generación que busca parecerse a su personaje público favorito, no queremos ser la generación del sexo sin amor, no
queremos que nos influyan con sus mensajes y vídeos vomitivos promoviendo la
homosexualidad como algo “sano y normal”. No queremos sentirnos
influenciados por sus campañas de moda que nos llevan por la senda de malgastar
el dinero en sus productos consumistas y que nos haga vestir como ellos quieren.
No se puede permitir que existan muchachas anoréxicas solo porque sea el modelo
de belleza a seguir, ni jóvenes que se pasen el día en el gimnasio para
parecerse a Cristiano Ronaldo.
Nosotros
no somos esa juventud. Nosotros somos el futuro, somos la juventud que quiere
aspirar a más y alcanzar sus objetivos. Queremos trabajar de lo que nos gusta, sin
ser explotados al servicio del capitalismo. Nosotros tenemos aspiraciones que
ellos no pueden ofrecernos y por lo tanto quieren evitar que esta germine.
Queremos
ser personas cultas, amantes de la naturaleza, del deporte y de la salud, queremos
ser sanos física y mentalmente. Queremos luchar por dejar de ser marionetas del
sistema capitalista y consumista actual. Nosotros somos la juventud que desea
el reconocimiento, el honor, que aspira a llevar una vida trabajadora, pero a
la vez complaciente, y que desea aportar su piedra a la construcción de la
patria. Queremos una España grande, que sea capaz de abastecerse a sí misma,
una España gobernada por el pueblo, pero dirigida por una élite intelectual
capaz de llevar a cada individuo al límite de sus posibilidades para que así
este pueda sentirse realizado.
No
queremos políticos usureros que roben al pueblo, que desalojen a familias de
sus hogares porque no puedan pagar la hipoteca, provocada por una crisis que
ellos mismo han creado. No queremos políticos incompetentes que chupen del bote
y roben a diestro y siniestro. Queremos una elite política que sea capaz de
gobernar, de mirar más allá de sus propios intereses y sacrificada por su
pueblo y por su patria.
Pero
todo esto que deseamos no se consigue por sí solo. Debemos luchar por alcanzar
nuestros objetivos, sea por las buenas o por las malas bajaremos de sus tronos
a esta panda de traidores. Necesitamos que la juventud que piensa como nosotros
deje de lado sus miedos y sus excusas baratas
y se una a la resistencia juvenil de Asturias.
¡Únete a
la REBELIÓN!