Nuestra idea de España no se recoge ni se legitima, por una norma de derecho positivo creada artificialmente por un Parlamento.
Nuestra idea de España se enmarca dentro de la misión universal de
nuestra Patria, sostenida por un Estado garante de la Justicia Social y
la solidaridad nacional.
Como cada 6 de diciembre, en el día de
hoy, hemos asistido a la tradicional contaminación mediática con motivo
del aniversario de la ratificación de la Constitución.
Año tras año, nuestra clase política nos trata de vender las supuestas
bondades de una norma nefasta y llena de contradicciones; que a lo largo
de 4 décadas, ha sostenido un régimen basado en la desunión, la
injusticia social, el multiculturalismo, y la ruptura con todo aquello
que tuviera que ver con la idea de la Patria.
Año tras año,
nuestros medios de comunicación e instituciones, sacan pecho de las
supuestas conquistas sociales alcanzadas a lo largo de 40 años, obviando
interesadamente los millones de españoles que viven en el umbral de la
pobreza, la precariedad del empleo, la pérdida de poder adquisitivo de
nuestras pensiones, o el drama de la vivienda.
Jamás aceptaremos
ninguna Ley que fomente las desigualdades entre españoles, que desampare
a nuestras clases más desfavorecidas, y que dinamite nuestra auténtica
soberanía nacional.
Porque España no sólo se demuestra en la
muñeca o en el balcón, España es su misión histórica y sus tradiciones,
pero sobre todo su gente; y nunca podremos construir esa irrevocable
unidad de destino mientras un sólo español pase penuria y necesidad.
6 DE DICIEMBRE, NADA QUE CELEBRAR